Ojeando la prensa he leído un artículo de Javier González Navarro publicado por el diario ABC en el que –básicamente- se desgrana una de las medidas que el Gobierno quiere poner en práctica para luchar contra la crisis económica.
Confieso que he comenzado a leerlo con fruición, esperando –finalmente- ver una medida económica lógica. Vana pretensión: continúo leyendo y me encuentro con qué: “…una de las medidas más importantes que baraja el Gobierno es rebajar la cuantía de los subsidios por desempleo que cobran los parados…”
El articulo continua desgranando en qué piensan en el Ministerio de trabajo:
“...Actualmente, un trabajador que se ha quedado en el paro percibe el 70% de su base reguladora durante los primeros 180 días (seis meses). A partir del día 181 y hasta el final de la prestación cobra el 60% de la citada base reguladora. Pues bien, responsables de los ministerios de Economía y de Trabajo, así como de la Oficina Económica de La Moncloa, han propuesto rebajar esos porcentajes hasta el 60% en los primeros 180 días y al 50% para el resto del periodo…” junto a medidas “como recortar también los días que se tienen derecho a la prestación por desempleo”
Ya en una entrevista con ABC el pasado mes de junio el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho demostró una ejemplar sensibilidad social al decir que “los cambios se producirían «cuando haya pasado la crisis», ya que el sistema de protección «está evitando que el paro provoque una explosión en la calle”.
Pues mire Sr. Corbacho. A mi me preocupa el paro, la gestión que se hace de la crisis económica, las medidas que se toman para atajarla. Me preocupa la angustia de aquellos que no pueden pagar las letras de la hipoteca, la de quienes se encuentran con que la “vuelta al cole” es un 6% más cara este septiembre, que el septiembre del año pasado, de aquellos que ven como cada día cuesta más dinero “llenar” menos el carro del supermercado en la compra semanal. Me preocupan, tanto o más las “explosiones” en el interior de esos más de 1.300.000 hogares en los que a finales de junio, todos sus miembros estaban en paro.
Pero lo que realmente me “pasma” es que todas estas medidas, que afectan básicamente al trabajador –bien este trabajando o en el paro- no son propugnadas por lo tradicionalmente se ha considerado un partido de “derechas” sino por un partido “de izquierdas”
Esto confirma algo que UPyD lleva defendiendo desde su fundación: que no existen ni las derechas, ni las izquierdas y que esto es tan evidente, que resulta insultante. UPyD en su Manifiesto Fundacional, en el primer punto “Por qué un nuevo partido” dice –entre otras cosas- “nosotros preferimos hablar de progresismo en vez de izquierda o derecha. Ser progresista es luchar contra las tiranías que pisotean la democracia formal, así como contra la miseria y la ignorancia que imposibilitan la democracia material.”
Cuando un organismo como FMI (representante del capitalismo más feroz) apoya las medidas económicas de un gobierno socialista, que nace de un partido político que primigeniamente surgió para defender a los obreros y sus intereses… pues que quiere que diga: como ciudadano y como trabajador… me preocupa.
Visto lo visto ¿cómo calcula el Gobierno “capear” –porque solucionar es más difícil- el actual temporal económico?
Hay una frase de la inefable Ministra de Cultura, -Sr, Carmen Calvo Poyato- a la que el subconsciente –no dudo- jugó una mala pasada en una entrevista en el diario ABC, y que resume que es que piensa este gobierno: “Estamos manejando dinero público, y el dinero público no es de nadie." Y de este pensamiento tan profundo, surgen muchos de los problemas que vivimos actualmente: “…como el dinero publico, no es de nadie…ergo… podemos dilapidarlo…”
¿Cómo? Pues en forma de ayudas a sindicatos, los de fuera por aquello de la alianza de las civilizaciones, queda bonito, y sobre todo, “muy moderno”. A los de aquí para que continúen “con lo suyo”…y luego se extrañan de la hemorragia de afiliados que tienen… pero vamos, que eso, con la próxima huelga general….
Creando planes E… B... que no dejan de ser “pan para hoy y hambre para mañana” en los que curiosamente en muchos casos, se gasta más dinero –publico- en el cartel informativo, que en la propia obra en sí.
Subiendo los impuestos… ya se ha incrementado el IVA, y ahora de nuevo se escuchan rumores acerca de nuevas subidas, lo cual nunca se sabe si se corresponde con el viejo truco del “globo sonda” o con la realidad de la subida. Y siempre queda el tema tan socorrido de los impuestos indirectos: carburantes, etc.
Curiosamente el “compañero de conjunción estelar” de ZP –gracias Leire- el presidente Obama baja los impuestos para incrementar el consumo.
No dudo, que si se tomaran medidas coherentes, España saldría mucho antes de esta crisis, y tampoco dudo que en los organismos competentes existan las personas idóneas para plantearlas. El problema radica en que actualmente, las “decisiones económicas” las toma el Presidente del Gobierno, que entiende mucho de estas cosas, eso sí, convenientemente asesorado… por quien ¿por sus ministros? ¿Por el Sr. Moratinos, por la insigne “miembra” Bibiana Aido, por la citada Ministra de cultura, por el Sr. Blanco…? Si se piensa en estos nombres hay un denominador común que les une y que no es otro que un extenso conocimiento de la “realidad”, que nace de su dilatada experiencia laboral –fuera de la política- y de su preclara y aguda “inteligencia”.
Y aún quedan los presupuestos generales del estado, que para que salgan adelante, nos costaran a los ciudadanos más dinero y más transferencias –a los de siempre- para intentar agotar, y nunca mejor dicho, la legislatura.
Gran Bretaña, durante la II Guerra Mundial, tuvo un líder, Sir Winston Churchill que logró dar confianza a un país que afrontaba una de sus etapas históricas más oscuras. En España, para hacer frente a esta época sombría que nos ha tocado vivir, tenemos… al Sr. Zapatero.
Ante todo, este es un pequeño blog, apenas las simples entradas de un Paseante que hace su camino andando por Internet y que se permite el sano ejercicio democrático de reflexionar sobre lo que a mí, como ciudadano me preocupa y sobre la vida política de nuestro País. A pesar del trabajo y otras obligaciones, intentaré llenarlo de contenidos. Este es un blog subjetivo y a pesar de ser un afiliado de UPyD las opiniones aquí vertidas son a titulo meramente personal.
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