viernes, 18 de junio de 2010

Estoy perplejo: ¿Crisis? ¿Qué crisis? ¿Económica quizá?

He estado viendo las noticias en la TV, en concreto el Canal 24, y debo confesar -lo siento- que después de verlas estoy sumido en la más absoluta de las perplejidades cuando escucho hablar de la crisis que asola al mundo. ¿A todo el mundo? No. Fundamentalmente a lo que se entiende como el primer mundo, porque el resto de los mundos está sumido en una crisis permanente… Vamos que ya les gustaría tener esta.

Pero a lo que iba: cuando veo y leo los comentarios que aparecen en algunos medios de comunicación sobre la crisis y las diversas formas de solventarla, hay cosas que no entiendo ¡¡y mira que trato de comprenderlos!!

Me considero simplemente un ciudadano de “a pie” ha pretendido realizar su trabajo antes de la aparición de la crisis, de la mejor manera que entendía y sabia posible. Que debo tener los conocimientos profesionales suficientes, es obvio, porque si no mi Empresa, hubiera prescindido de mis servicios hace días. No he vivido por encima de mis posibilidades –mi coche tiene 250.000 Kms., y reseño esto porque al final parece que la culpa de la crisis es que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades- y he cumplido con mis responsabilidades financieras: Hacienda, hipoteca, pagos de gas, luz, etc., fielmente.

Y de repente, un día, me encuentro con que estamos sumidos en una crisis porque unos señores –a los que no tengo el gusto de conocer- han comprado “bonos-basura” con la pretensión de enriquecerse.

Y sumido en el más profundo estupor comienzo a escuchar; primero que estamos en una “desaceleración”, desaceleración que luego –mágicamente- se convierte en una crisis.

Menos mal que personas más inteligentes que yo –que las hay y muchas- ya se han preocupado de tomar unas medidas para solventarla ¿Por qué será que siento un sudor frío que me recorre la columna vertebral cuando pienso en ello? y que se pueden resumir –desde mi perspectiva- en: dar dinero a quienes la han generado, para crear “confianza” en los “mercados”. Pongo mercados entrecomillados, porque el único mercado que conozco es el que está al lado de mi casa.

Personas y entidades a los que tienen que salvar sus respectivos gobiernos y que una vez que han recibido el dinero de todos en sus arcas, se permiten el lujo de repartirse bonos millonarios para celebrar que las han administrado catastróficamente. La pregunta que me planteo es: ¿Se está premiando a los inútiles? Cuando era pequeño, se me educó en la creencia de que si no hacia las cosas bien, más que un premio obtendría un castigo. Pero evidentemente, debían ser otros tiempos.

Se les da dinero público –ese que según una ministra de este País no es de nadie- para que concedan créditos –esos créditos que antes propiciaban- y en lugar de eso se lo guardan para sanear sus cuentas. ¿Qué le llega al ciudadano de ese dinero público, que en definitiva es suyo? Me temo, que poco.

Escucho al presidente del Banco de España decir: "...hay que bajar los salarios”… y me pregunto: ¿incluido el suyo? Oigo al Sr. Ferran (presidente de la CEOE) que con la fuerza moral que le da ser un “empresario” que ha perdido sus empresas –y a día de hoy sigue sin pagar a sus trabajadores- se permite el lujo de pedir una “reforma profunda” del mercado laboral. Lo que no explica es si dentro de ese concepto entraría lo que hace siglos se denominaba como “siervos de la gleba”.

¿Y los sindicatos? Bien, gracias. Esperando a que escampe el temporal debajo del paraguas de las subvenciones. Están tranquilos porque saben que cuentan con el apoyo incondicional de esa “fuerza de trabajo” que suponen los liberados sindicales, que se ocupan todos los nichos “productivos” de este País. Bueno, tambien quieren hace una huelga general despues de las vacaciones. ¿Quién pagara los costes de ese día de trabajo? ¿Los trabajadores?, ¿Los que han propiciado la crisis?

Y ¿el Gobierno? Pues como siempre, dando “palos de ciego”, ocupdo con eso de la “alianza de las civilizaciones”, que da mucho relumbrón, sin enterarse mucho de cómo va la cosa hasta que Bruselas y Berlín le ponen esos deberes que al final nos van a afectar a los ciudadanos de este País, no al señor Zapatero, ni a su gabinete, que cuenta con figuras de tanta altura intelectual como Bibiana, el señor “desatinos” y una pléyade de ilustres –eso si, ministros- desconocidos.

Como muestra, valga un botón. Yo siempre me he considerado de “letras”, no entiendo de cifras macroeconómicas y los “números” me dan dolor de cabeza. De lo único que sé –y poco- es del sentido común. No veo –mejor dicho- no entiendo que parte del dinero destinado a las pensiones de ciudadanos de este País, entre los que me encuentro pagando religiosamente todos los meses, el Gobierno -donosamente, eso sí- lo “regale” para fomentar los sindicatos iberoamericanos. ¿Más “sindicalistas”? Si, ya se lo que me van a decir: es un acto de solidaridad. ¿Y quién tiene solidaridad con aquellos conciudadanos –nuestro convecinos quizás- que no pueden pagar sus hipotecas y se encuentran amenazados por un embargo. ¿El Presidente del Gobierno? ¿Leire Pajín? ¿El Sr. Blanco?. Pero que nadie se preocupe: únicamente tocamos a 10 céntimos "per capita".

¿Y la oposición? Bien, gracias. Ha diseñado una estrategia basada en dos premisas: son el partido de los trabajadores –lo que hay que oír- y que lo único que tienen que hacer es esperar a que los socialistas les faciliten el acceso al poder, ganando las próximas elecciones, no porque sus soluciones sean las mejores, si no porque los otros han demostrado su incapacidad. ¿Y los ciudadanos? Bien gracias; pagando la crisis.

Estas son las cosas del bipartidismo imperante en España. El PP se ha dado cuenta de que simplemente, con estar situados debajo del manzano, la manzana del poder caerá en sus manos cuando ya esté madura, sin que ellos tengan que hacer absolutamente nada. Y la verdad es que se lo están poniendo bastante fácil.

¿Cuál es la conclusión final? Pues que no entiendo esto de la crisis, es demasiado para mi. Pero lo que si se es quién la va a pagar. Se quién se va tener que “apretar el cinturón”: Nosotros, como ciudadanos de a pie tendremos que pagar las actuaciones de unos –no se si delictivas, pero desde luego éticas no- y la incompetencia de otros para gestionarla y gobernarnos.

¿No será la hora de que exista otra alternativa?

2 comentarios:

LILIT dijo...

me ha encantado lo del manzano, -entre otras perlas- pero esa ha sido mundial y muy ....cómo diría? visual.
si, visual, clarificadora, poner nombres a las cosas. (me han dado ganas de aplaudir)

y yo ahora? bien, gracias,
mejor de humor que antes de haber leido esto. :)

volveré.
con su permiso, y sobre todo para saber -muy expectante- si alguien ha añadido alternativas.

Unknown dijo...

Muchas gracias Lilit, que llevas nombre de demonio -o del paradigma de la libertad absoluta- por esas alabanzas. Si, creo que ya es hora de que en este País las cosas se llamen por su nombre. Me alegro de que esas líneas hayan mejorado tu humor, y por supuesto... puedes pasar por aquí cuando quieras. Saludos