jueves, 2 de julio de 2009

Sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo

La sentencia del Tribunal del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo rechazando por unanimidad el recurso que interpuso Batasuna contra su ilegalización y ha sido contundente. El motivo que ha aducido para rechazar el recurso, no deja lugar a ninguna duda. Entiende que existe una "necesidad social imperiosa" de ilegalizarla añadiendo que los lazos entre Batasuna y los terroristas “pueden ser considerados objetivamente como una amenaza para la democracia".

Pero –además- la sentencia es más amplia aún, dado que también rechaza los recursos de las candidaturas Herritarren Zerrenda, (europeas de 2004), la del Parlamento navarro por Pernando Barrena en 2003 y las de las listas locales "abertzales" de ese mismo año.

La sentencia tiene una gran importancia, por varios motivos:

El primero –y fundamental- es que consagra lo que se ha denominado “el imperio de la Ley”. Da la razón a cuantos opinamos que sin la Ley, con todos sus errores, no se podría vivir en sociedad. Demuestra que para mantener viva la democracia, no hace falta montar “tramas oscuras”, ni “mafias en la sombra”. La lucha contra el terrorismo debe hacerse desde la más estricta legalidad, en los frentes político y policial.

Por otra parte, desbarata lo que la izquierda aberzale, y el PNV, han defendido: la existencia de una falta de libertades en la democracia española. Ya en su día Ibarretxe, manifestó –por activa y por pasiva- que la democracia española era de "ínfima calidad", cuando aconteció la ilegalización -por parte del Tribunal Supremo- de Batasuna, en base a la Ley de Partidos.

A causa de esta ilegalización la izquierda abertzale y el Ejecutivo de Ibarretxe recurrieron la sentencia ante el Tribunal de Estrasburgo, que ahora les ha dado el varapalo. El PNV argumentó que la Ley de Partidos tenía la única finalidad –electoralista- de dejar fuera a la izquierda radical y facilitar la salida del PNV del Gobierno Vasco. Lo cierto es que lanzaron un “órdago a la grande”… y lo han perdido.

¿Qué dice ahora el PNV? Su pensamiento se trasluce a través de las declaraciones de su portavoz en el Parlamento vasco, Joseba Egibar, que dice que se deberá hacer “"una lectura atenta” y que "habrá que ver qué es lo que dice Estrasburgo; sobre todo por algo que se ha leído en medios de comunicación de España, según lo cual Estrasburgo estaba dando vueltas a ese concepto de contaminación sobrevenida que se podía deducir de determinadas sentencias del Tribunal Constitucional en cuanto al sufragio activo y pasivo"… En definitiva, no les gusta, pero tampoco son tan claros como el resto de los partidos nacionalistas vascos, que ya han dicho que la sentencia no les gusta. Se limitan a jugar con las palabras.

Personalmente creo que ya es hora de que el PNV se deje de victimismos y fariseísmos, que tenga claro, donde está –ideológica y políticamente- que es, que es lo que quiere, como quiere conseguirlo, y con qué compañeros de viaje. El PNV ha pasado de una indefinición calculada, a una rabia manifiesta –y apenas contenida- por la perdida de la lendakariza por el pacto PSE-PP, que se traduce en declaraciones de Urkullu y actos “de desagravio”, por la presunta laxitud de la Polícia Autonóma Vasca en la lucha antitterrorista, en compañía de los ex Consejeros de Interior del Gobierno Vasco, por cierto, todos del PNV.

Por su parte Arnaldo Otegi -que intenta recuperar el protagonismo que tuvo en tiempos-se empecina en afirmar que la ilegalización no cambiará nada en la izquierda “abertzale”, y continúa: “es un grave error”, "nos devuelve a tiempos del pasado como los de Bush, Blair y Aznar". "Es una vuelta a los tiempos de la guerra preventiva contra el terrorismo" y otra “perla” como que "Da cobertura política al estado de apartheid en el que vive Euskal Herria. El Estado ha ganado una batalla política". En cualquier caso, la Ley ha hablado, por lo que la opinión de la “claque” de ETA, no debería importar a nadie, excepto a los propios palmeros.

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