AFILIADO: 12352
PROVINCIA MADRID (46)
TEXTO DE PRESENTACION:
Hola. La verdad es que no se muy bien como empezar, ya que es la primera vez que me presento como candidato a algo (que no sea a delegado de clase). En cualquier caso, gracias por leer estas líneas mal pergeñadas.
Comencemos, vivo en un pueblo de la zona noroeste de Madrid, donde creo que debo ser de los pocos –si no el único- afiliado de la zona, por lo que habitualmente asisto a las reuniones del CEL de Alcobendas, por aquello de la proximidad geográfica.
Mi vida laboral siempre se ha desarrollado en torno a la seguridad privada. Actualmente desempeño el puesto de Técnico de Formación de una empresa de seguridad privada, de implantación mundial, desde hace –la friolera- de casi 25 años.
¿Porqué me afilié a UPyD cuando nunca antes había militado en ningún partido político?. Fundamentalmente porque tras la lectura del Manifiesto Fundacional, Estatutos, etc., estuve seguro de que UPyD era el vehículo ideal para que la vida política de este País cambiara, y para que –entre todos los embarcados en este proyecto- se pudiesen llevar a cabo las reformas institucionales, que el devenir político y la sociedad demandan. Pensé que mi militancia, como un miembro de la tripulación más, era necesaria en este proyecto desde dentro, y no solo con mi voto, desde fuera.
Para mi el acto de afiliarse es –o debe ser- algo más que pagar la cuota. Afiliación debe ser involucrarse en defender unas ideas que se asemejan a las tuyas y que conforman el partido, echando una mano en lo que se pueda aportar, desde tu tiempo y tus conocimientos.
TEXTO DETALLADO:
Mi actividad se ha desarrollado más a través de Internet. En el mes de enero creé un blog (http://paseanteupd.blogspot.com/) en el que suelo escribir, cuando tengo tiempo y a titulo meramente personal, de –como no podía ser menos– política. Me pareció importante el hacer llegar a los demás lo que como ciudadano, pensaba acerca de algunos temas que me preocupan y que, además, creo que coinciden con los postulados que defiende UPD. Creo que en este blog queda patente mi forma de pensar y parte de mi personalidad.
También “me muevo” por el foro de Territorio Magenta, con el seudónimo (nick para los internautas) de Paseante2000, donde he podido establecer contacto y contrastar opiniones con varios compañeros y simpatizantes.
Con motivo del I Congreso, me he permitido presentar dos adiciones de enmienda, en concreto las número POL-00886 y la ORG-00895.
Por otra parte, también podéis ver mi perfil en Facebook, con mi nombre.
Básicamente, hasta la fecha, lo que he hecho a sido simplemente ayudar en lo que me han demandado y he podido.
Además me he dado mi opinión en algunas noticias aparecidas en la prensa digital, tanto sobre UPyD como sobre Rosa Diez, y opinado en diversos blog, sobre el mismo tema, con el nick de Paseante2000.
¿Por qué me postulo como candidato a Delegado?
Porqué estoy involucrado con UPD, con los compañeros y con la vida política de este País, y me gustaría poder aportar mi “granito de arena” en lo que considero que va a marcar un hito fundamental en la vida del partido y en la vida política de este País.
Entiendo que de este Congreso va a salir el “músculo” de UPyD que nos va a permitir crecer y enfrentarnos a los próximos retos que nos depare el futuro, siempre teniendo una meta en mente, los ciudadanos y sus problemas. Modestamente creo que puedo aportar algo que para mí es fundamental: el sentido común, que evita que a problemas fáciles, se le busquen soluciones complicadas, y contando con vuestra confianza, me gustaría trabajar en el Congreso en ese sentido.
Un cordial saludo y gracias por haber llegado hasta aquí.
Ante todo, este es un pequeño blog, apenas las simples entradas de un Paseante que hace su camino andando por Internet y que se permite el sano ejercicio democrático de reflexionar sobre lo que a mí, como ciudadano me preocupa y sobre la vida política de nuestro País. A pesar del trabajo y otras obligaciones, intentaré llenarlo de contenidos. Este es un blog subjetivo y a pesar de ser un afiliado de UPyD las opiniones aquí vertidas son a titulo meramente personal.
viernes, 25 de septiembre de 2009
miércoles, 23 de septiembre de 2009
I Congreso de UPyD
A pesar de que normalmente, en este blog escribo acerca de política en general, hoy me voy a permitir hablar de algo que para los que estamos afiliados a UPyD, embarcados e ilusionados con este proyecto, es muy importante, el I Congreso, que se celebrará en Madrid los días 20, 21 y 22 de noviembre.
¿Porqué es importante este Congreso?. Fundamentalmente porque va determinar cual van a ser las líneas maestras del partido.
La vida política de UPyD no ha sido fácil nada fácil me atrevería a decir. Desde su nacimiento se ha tenido que enfrentar a numerosos retos: elecciones nacionales, elecciones vascas y gallegas, elecciones europeas, a un silencio mediático que lograba que el mensaje político que defiende UPyD no llegara a un número idóneo de ciudadanos, a la falta de créditos por parte de las entidades financieras, que si lo prestaban –alegremente- a otras agrupaciones políticas, y un sinfín de problemas que nacían de la premura con que el partido se había “organizado”. ¿Los resultados? Un diputado conseguido en cada cita electoral, porque a pesar de todo, el mensaje era bueno –simplemente hay que leer el Manifiesto Fundacional- y este llegó a la ciudadanía. ¿Y como se consiguió? Indudablemente gracias al trabajo, al esfuerzo y a la ilusión de afiliados y simpatizantes que se ocuparon –y preocuparon- de hacer campaña, gracias a los debates públicos, que acercaron el partido y la discusión política a pie de calle, a los ciudadanos.
Después de todos estos retos, ahora nos encontramos con que el partido, para que se convierta en una alternativa seria en la vida política, tiene que madurar, y esto se va a conseguir mediante la celebración de este Congreso, en el cual se van a erigir los cimientos –a través de la opinión de todos los afiliados- necesarios para que se pueda construir un proyecto político que realmente sea una alternativa a los partidos actuales y regenere la vida política española, con vistas a construir un País mejor.
En este Congreso se va a definir la “doctrina” sobre la que de sustentaran los programas electorales de las diferentes citas electorales a las que se UPyD se presente en el futuro. En definitiva, a que los fines del partido queden fijados para el definitivamente. ¿Y como se pretende conseguir esto? Pues mediante la representación fiel de los afiliados, desde el mismo momento que cualquier afiliado puede presentarse a la elección como delegado, por el mero hecho de ser afiliado, sin necesidad de avales, de representación de corrientes… únicamente con su voluntad de estar involucrado en este proyecto. Cada uno de los 500 delegados, ha tenido -previamente- que postularse y ser elegido por el resto de los afiliados para estar presente en este Congreso. A esto se suma que cada delegado no tiene un “mandato imperativo” esto es, en las mesas de trabajo del Congreso únicamente se representara a si mismo, a sus ideas.
No podemos estar en un debate permanente sobre qué tipo de partido pretendemos -o queremos- tener, si pretendemos dedicarnos intentar resolver los problemas de los ciudadanos. Y esta, es la finalidad del Congreso, determinar como será el partido.
Pero esta es únicamente una de las vertientes positivas del Congreso. Antes del mismo, cualquier afiliado puede presentar –sin necesidad de ser candidato o delegado elegido- las enmiendas a las dos ponencias -organización y política- que crea pertinentes –colectivas o a titulo personal- simplemente identificándose. Estas enmiendas serán –previamente a la realización del Congreso- evaluadas por el Consejo de Dirección, pero todas ellas serán publicadas.
En resumen, a pesar de pecar de reiterativo: Ahora, en este Congreso tenemos -todos- la oportunidad de determinar que tipo de partido queremos, y que es lo que el partido va a ser –o a lo que va a aspirar- en un futuro. Hay compañeros con mucha ilusión y con muchas ganas de trabajar, algunos que lo han hecho, que continuaran haciendolo y otros que quieren hacerlo, y desde luego seria una pena dilapidar ese capital humano que ha hecho que UPyD sea lo que es hoy, por no concretar nuestro mensaje.
Me parece un buen comienzo, que las listas de delegados sean abiertas, que todos los compañeros se puedan –nos podamos- presentar y ser elegidos, y que cualquiera pueda presentar enmiendas. Ahora tenemos una posibilidad que hace tiempo que no ha tenido ningún partido político: crear una organización política de acuerdo con lo que demanden los afiliados, representados en este caso por los delegados. ahora es el momento de concretar la naturaleza del partido presentando enmiendas -por mi parte he presentado dos- y debatiéndolas entre todos, entre todos los afiliados, sean estos “oficialistas”, “críticos” o “selenitas”.
Creo que hasta ahora hemos estado inmersos en una organización caracterizada por una cierta “interinidad” cambiará después del Congreso, porque las “reglas del juego” estarán definitivamente marcadas, en función de lo que salga de él.
¿Porqué es importante este Congreso?. Fundamentalmente porque va determinar cual van a ser las líneas maestras del partido.
La vida política de UPyD no ha sido fácil nada fácil me atrevería a decir. Desde su nacimiento se ha tenido que enfrentar a numerosos retos: elecciones nacionales, elecciones vascas y gallegas, elecciones europeas, a un silencio mediático que lograba que el mensaje político que defiende UPyD no llegara a un número idóneo de ciudadanos, a la falta de créditos por parte de las entidades financieras, que si lo prestaban –alegremente- a otras agrupaciones políticas, y un sinfín de problemas que nacían de la premura con que el partido se había “organizado”. ¿Los resultados? Un diputado conseguido en cada cita electoral, porque a pesar de todo, el mensaje era bueno –simplemente hay que leer el Manifiesto Fundacional- y este llegó a la ciudadanía. ¿Y como se consiguió? Indudablemente gracias al trabajo, al esfuerzo y a la ilusión de afiliados y simpatizantes que se ocuparon –y preocuparon- de hacer campaña, gracias a los debates públicos, que acercaron el partido y la discusión política a pie de calle, a los ciudadanos.
Después de todos estos retos, ahora nos encontramos con que el partido, para que se convierta en una alternativa seria en la vida política, tiene que madurar, y esto se va a conseguir mediante la celebración de este Congreso, en el cual se van a erigir los cimientos –a través de la opinión de todos los afiliados- necesarios para que se pueda construir un proyecto político que realmente sea una alternativa a los partidos actuales y regenere la vida política española, con vistas a construir un País mejor.
En este Congreso se va a definir la “doctrina” sobre la que de sustentaran los programas electorales de las diferentes citas electorales a las que se UPyD se presente en el futuro. En definitiva, a que los fines del partido queden fijados para el definitivamente. ¿Y como se pretende conseguir esto? Pues mediante la representación fiel de los afiliados, desde el mismo momento que cualquier afiliado puede presentarse a la elección como delegado, por el mero hecho de ser afiliado, sin necesidad de avales, de representación de corrientes… únicamente con su voluntad de estar involucrado en este proyecto. Cada uno de los 500 delegados, ha tenido -previamente- que postularse y ser elegido por el resto de los afiliados para estar presente en este Congreso. A esto se suma que cada delegado no tiene un “mandato imperativo” esto es, en las mesas de trabajo del Congreso únicamente se representara a si mismo, a sus ideas.
No podemos estar en un debate permanente sobre qué tipo de partido pretendemos -o queremos- tener, si pretendemos dedicarnos intentar resolver los problemas de los ciudadanos. Y esta, es la finalidad del Congreso, determinar como será el partido.
Pero esta es únicamente una de las vertientes positivas del Congreso. Antes del mismo, cualquier afiliado puede presentar –sin necesidad de ser candidato o delegado elegido- las enmiendas a las dos ponencias -organización y política- que crea pertinentes –colectivas o a titulo personal- simplemente identificándose. Estas enmiendas serán –previamente a la realización del Congreso- evaluadas por el Consejo de Dirección, pero todas ellas serán publicadas.
En resumen, a pesar de pecar de reiterativo: Ahora, en este Congreso tenemos -todos- la oportunidad de determinar que tipo de partido queremos, y que es lo que el partido va a ser –o a lo que va a aspirar- en un futuro. Hay compañeros con mucha ilusión y con muchas ganas de trabajar, algunos que lo han hecho, que continuaran haciendolo y otros que quieren hacerlo, y desde luego seria una pena dilapidar ese capital humano que ha hecho que UPyD sea lo que es hoy, por no concretar nuestro mensaje.
Me parece un buen comienzo, que las listas de delegados sean abiertas, que todos los compañeros se puedan –nos podamos- presentar y ser elegidos, y que cualquiera pueda presentar enmiendas. Ahora tenemos una posibilidad que hace tiempo que no ha tenido ningún partido político: crear una organización política de acuerdo con lo que demanden los afiliados, representados en este caso por los delegados. ahora es el momento de concretar la naturaleza del partido presentando enmiendas -por mi parte he presentado dos- y debatiéndolas entre todos, entre todos los afiliados, sean estos “oficialistas”, “críticos” o “selenitas”.
Creo que hasta ahora hemos estado inmersos en una organización caracterizada por una cierta “interinidad” cambiará después del Congreso, porque las “reglas del juego” estarán definitivamente marcadas, en función de lo que salga de él.
lunes, 7 de septiembre de 2009
A vueltas con el Estatuto de Cataluña
Como ciudadano que vivo en un Estado de Derecho, entendiéndolo como un Estado basado en la Ley, me siento inquieto –profundamente añadiría- por lo que estoy leyendo últimamente en la prensa, y señalo esto porque como cualquier ciudadano, las únicas fuentes de información que tengo son las que dimanan de la prensa. Una fuentes que traro de contrastar, porque ya sabemos que la prensa será el cuarto poder, pero desde luego no es todo lo independiente que debería ser, y tanto las noticias, como su forma de redactarlas, tienen su “color especial”, como Sevilla.
Mi inquietud surge de lo que a mi juicio es un intento de presión, que emana tanto de los partidos políticos catalanes, como de la propia Generalidad de Cataluña, con respecto a la posible sentencia del Tribunal Constitucional, que determine –o pueda determinar- la constitucionalidad (o no) de parte del articulado del tan traído y manido Estatuto de Cataluña.
Todo nace de la aprobación por parte del 90% de los diputados del Parlamento Catalán, del proyecto del Estatuto -El único que no lo aprobó fue el PP- y que según el resto de los partidos catalanes reclamaba la mayoría de la sociedad catalana. Y según ellos este “sentir” es el que legitima la no interferencia del Tribunal Constitucional, dado que el pueblo catalán “ha hablado". Y se sabe “Cataluña locuta, causa finita”, ¿o era Roma?. Es que mi latín...
¿En qué fundamentan la inviolabilidad del Estatuto? Fundamentalmente en los resultados obtenidos en el plebiscito, en qué el 73% de los votos (1.881.765 votantes) dijeron si.
Lo que no dicen es que el 50,59% de los ciudadanos catalanes (2.630.162 votos) se abstuvo de presentarse en la consulta electoral, y que el 5,34% (135.998 ciudadanos catalanes) acudieron a las urnas, pero votó en blanco. En total a un 55,93 % de la población de Cataluña, ni tan siquiera le intereso el plebiscito, esto sin contar los 528.472 ciudadanos (el 20.76%) que dijeron no. Debo confesar que soy rabiosamente de letras, pero claro al escuchar términos como que la “mayoría de la población de Cataluña, que en un 73% se declaró a favor del Estatuto”, pues no me cuadran demasiado las cuentas. Esta claro que las cifras, sirven absolutamente para justificar casi todo.
Este “argumento" de la “inmensa mayoría” es esgrimido, por ejemplo por el Sr. Artur Mas en una entrevista aparecida en el diario El Mundo este domingo pasado, en unas declaraciones que puntualizan cual es la situación actual desde el punto de vista catalán: "No aceptaremos que el Tribunal Constitucional toque una coma de un 'Estatut' que ha sido aprobado en referéndum por los catalanes". "Si la sentencia es negativa, habrá reacción popular en la calle". "Si el Tribunal Constitucional fuera independiente debería inhibirse. Cataluña es una nación, no es una más del café para todos"(http://www.elmundo.es/elmundo/2009/09/05/espana/1252174543.html)
Por su parte, el secretario general de ERC, Joan Ridao, deslegitimiza la posible sentencia negativa hacia el Estatuto desde otro ámbito, asegurando “…que el actual Tribunal Constitucional (TC) debería estar "inhabilitado" para decidir sobre el Estatuto catalán porque una parte de sus miembros tienen prorrogado su mandato”.
Y por si fuera poco el Ayuntamiento de Arenys de Munt se permite el lujo convocar un referéndum sobre la independencia de Cataluña, con la siguiente pregunta: "¿Está usted de acuerdo con que Cataluña se convierta en un Estado de Derecho independiente, democrático y social integrado en la Unión Europea?"
Afortunadamente, el sentido común, en forma de decisión judicial, ha suspendido el acuerdo del pleno del Ayuntamiento que apoyaba la propuesta de la consulta. Pero siguiendo la línea que parece ser que es la única que se está imponiendo con respecto a este tema –que es “lo que digan o puedan decir los jueces solo afecta al resto de los mortales”, el alcalde de la localidad, Carles Mora, ha asegurado que la consulta se hará a pesar de la decisión judicial. ¡¡Viva el imperio de la Ley!!
El problema es que me temo que en caso de que la sentencia del Tribunal Constitucional no se avenga a los deseos del Tripartito, este País no cuenta con el líder idóneo para hacer frente. Está demasiado ocupado en organizar la “Alianza de las Civilizaciones” y en encontrar la solución “mágica” a la crisis económica, que nos atenaza a todos en mayor o menor medida. Por cierto, me gustaría que alguien me explicase de donde va a salir todo el dinero necesario para los sucesivos planes –que han demostrado ser pan para hoy y hambre para mañana- porque me temo que las arcas del Estado están un poco “tocadas”.
Hecha esta pequeña disgresión, ¿Qué piensan en el PSOE respecto de la sentencia del TC?. Bueno algunas declaraciones hechas por sus ministros, son significativas:
Francisco Caamaño (El ministro de Justicia) defiende la presunción de constitucionalidad que goza el Estatuto catalán, tras obtener "el voto mayoritario de los representantes del pueblo español". (http://www.elmundo.es/elmundo/2009/09/05/espana/1252171064.html).
Alfredo Perez Rubalcaba (Ministro del Interior, sobre el Estatut) "España no puede negar la decisión de un Parlamento democrático" (http://www.lavanguardia.es/politica/noticias/20090902/53776810105/rubalcaba-sobre-el-estatut-espana-no-puede-negar-la-decision-de-un-parlamento-democratico.html)
Las declaraciones de uno y otro, cuando menos me sorprenden: Según ellos, los Parlamentarios están por “mas allá del bien y del mal” –gracias Nietzsche- dado que de ellos emanan no solo las leyes, sino también la capacidad para ejecutarlas, esto es desaparece el poder judicial La teoría política clásica que contempla la separación de poderes -ya se sabe esa que dice que existe un poder legislativo, uno ejecutivo y otro judicial- desaparece, por obra y gracia del Sr. Rubalcaba.
No obstante -al final- tampoco tendrá demasiada importancia la sentencia del Tribunal Constitucional. La Generalidad está aprobando, a marchas forzadas aquellas leyes que "cuelgan" del Estatuto, bajo el amparo (admitido por varios constitucionalistas) de que el Estatuto es una ley orgánica en vigor.
Estas comprenden la Ley de la Presidencia de la Generalitat, la del Consejo de Garantías Estatutarias, la Ley de Educación; la de la Vivienda; la de Servicios Sociales o la del Memorial Democrático, quedando únicamente pendientes las del Síndic de Greuges (defensor del pueblo catalán), o la de la Ley Electoral: circunscripciones comarcales (veguerías) y no provinciales.
En definitiva, la Generalidad actúa como si el Estatuto no estuviera amenazado, y parece que se ha puesto la venda antes de recibir una posible pedrada..
La solución... cuando el Tribunal Constitucional quiera... o no, y mientras tanto, sintiendo el aliento de la crisie en la nuca, cada uno haciendo la "guerra por su cuenta"... y riesgo, añadiría yo.
Mi inquietud surge de lo que a mi juicio es un intento de presión, que emana tanto de los partidos políticos catalanes, como de la propia Generalidad de Cataluña, con respecto a la posible sentencia del Tribunal Constitucional, que determine –o pueda determinar- la constitucionalidad (o no) de parte del articulado del tan traído y manido Estatuto de Cataluña.
Todo nace de la aprobación por parte del 90% de los diputados del Parlamento Catalán, del proyecto del Estatuto -El único que no lo aprobó fue el PP- y que según el resto de los partidos catalanes reclamaba la mayoría de la sociedad catalana. Y según ellos este “sentir” es el que legitima la no interferencia del Tribunal Constitucional, dado que el pueblo catalán “ha hablado". Y se sabe “Cataluña locuta, causa finita”, ¿o era Roma?. Es que mi latín...
¿En qué fundamentan la inviolabilidad del Estatuto? Fundamentalmente en los resultados obtenidos en el plebiscito, en qué el 73% de los votos (1.881.765 votantes) dijeron si.
Lo que no dicen es que el 50,59% de los ciudadanos catalanes (2.630.162 votos) se abstuvo de presentarse en la consulta electoral, y que el 5,34% (135.998 ciudadanos catalanes) acudieron a las urnas, pero votó en blanco. En total a un 55,93 % de la población de Cataluña, ni tan siquiera le intereso el plebiscito, esto sin contar los 528.472 ciudadanos (el 20.76%) que dijeron no. Debo confesar que soy rabiosamente de letras, pero claro al escuchar términos como que la “mayoría de la población de Cataluña, que en un 73% se declaró a favor del Estatuto”, pues no me cuadran demasiado las cuentas. Esta claro que las cifras, sirven absolutamente para justificar casi todo.
Este “argumento" de la “inmensa mayoría” es esgrimido, por ejemplo por el Sr. Artur Mas en una entrevista aparecida en el diario El Mundo este domingo pasado, en unas declaraciones que puntualizan cual es la situación actual desde el punto de vista catalán: "No aceptaremos que el Tribunal Constitucional toque una coma de un 'Estatut' que ha sido aprobado en referéndum por los catalanes". "Si la sentencia es negativa, habrá reacción popular en la calle". "Si el Tribunal Constitucional fuera independiente debería inhibirse. Cataluña es una nación, no es una más del café para todos"(http://www.elmundo.es/elmundo/2009/09/05/espana/1252174543.html)
Por su parte, el secretario general de ERC, Joan Ridao, deslegitimiza la posible sentencia negativa hacia el Estatuto desde otro ámbito, asegurando “…que el actual Tribunal Constitucional (TC) debería estar "inhabilitado" para decidir sobre el Estatuto catalán porque una parte de sus miembros tienen prorrogado su mandato”.
Y por si fuera poco el Ayuntamiento de Arenys de Munt se permite el lujo convocar un referéndum sobre la independencia de Cataluña, con la siguiente pregunta: "¿Está usted de acuerdo con que Cataluña se convierta en un Estado de Derecho independiente, democrático y social integrado en la Unión Europea?"
Afortunadamente, el sentido común, en forma de decisión judicial, ha suspendido el acuerdo del pleno del Ayuntamiento que apoyaba la propuesta de la consulta. Pero siguiendo la línea que parece ser que es la única que se está imponiendo con respecto a este tema –que es “lo que digan o puedan decir los jueces solo afecta al resto de los mortales”, el alcalde de la localidad, Carles Mora, ha asegurado que la consulta se hará a pesar de la decisión judicial. ¡¡Viva el imperio de la Ley!!
El problema es que me temo que en caso de que la sentencia del Tribunal Constitucional no se avenga a los deseos del Tripartito, este País no cuenta con el líder idóneo para hacer frente. Está demasiado ocupado en organizar la “Alianza de las Civilizaciones” y en encontrar la solución “mágica” a la crisis económica, que nos atenaza a todos en mayor o menor medida. Por cierto, me gustaría que alguien me explicase de donde va a salir todo el dinero necesario para los sucesivos planes –que han demostrado ser pan para hoy y hambre para mañana- porque me temo que las arcas del Estado están un poco “tocadas”.
Hecha esta pequeña disgresión, ¿Qué piensan en el PSOE respecto de la sentencia del TC?. Bueno algunas declaraciones hechas por sus ministros, son significativas:
Francisco Caamaño (El ministro de Justicia) defiende la presunción de constitucionalidad que goza el Estatuto catalán, tras obtener "el voto mayoritario de los representantes del pueblo español". (http://www.elmundo.es/elmundo/2009/09/05/espana/1252171064.html).
Alfredo Perez Rubalcaba (Ministro del Interior, sobre el Estatut) "España no puede negar la decisión de un Parlamento democrático" (http://www.lavanguardia.es/politica/noticias/20090902/53776810105/rubalcaba-sobre-el-estatut-espana-no-puede-negar-la-decision-de-un-parlamento-democratico.html)
Las declaraciones de uno y otro, cuando menos me sorprenden: Según ellos, los Parlamentarios están por “mas allá del bien y del mal” –gracias Nietzsche- dado que de ellos emanan no solo las leyes, sino también la capacidad para ejecutarlas, esto es desaparece el poder judicial La teoría política clásica que contempla la separación de poderes -ya se sabe esa que dice que existe un poder legislativo, uno ejecutivo y otro judicial- desaparece, por obra y gracia del Sr. Rubalcaba.
No obstante -al final- tampoco tendrá demasiada importancia la sentencia del Tribunal Constitucional. La Generalidad está aprobando, a marchas forzadas aquellas leyes que "cuelgan" del Estatuto, bajo el amparo (admitido por varios constitucionalistas) de que el Estatuto es una ley orgánica en vigor.
Estas comprenden la Ley de la Presidencia de la Generalitat, la del Consejo de Garantías Estatutarias, la Ley de Educación; la de la Vivienda; la de Servicios Sociales o la del Memorial Democrático, quedando únicamente pendientes las del Síndic de Greuges (defensor del pueblo catalán), o la de la Ley Electoral: circunscripciones comarcales (veguerías) y no provinciales.
En definitiva, la Generalidad actúa como si el Estatuto no estuviera amenazado, y parece que se ha puesto la venda antes de recibir una posible pedrada..
La solución... cuando el Tribunal Constitucional quiera... o no, y mientras tanto, sintiendo el aliento de la crisie en la nuca, cada uno haciendo la "guerra por su cuenta"... y riesgo, añadiría yo.
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