sábado, 14 de febrero de 2009

Pseupolíticas lingüísticas

Hoy he leído un artículo escrito por Alex Baiget, el día 19/11/2008 y publicado en El Confidencial, acerca de la política lingüística en la TVC (Televisión de Cataluña).

En el articulo se especifica que la carta de Principios de Actuación en los Medios de Comunicación de la CCMA, deja muy clara cuales son las normas lingüísticas a utilizar, y como muestra vayan por delante algunas “perlas”; “…todos los trabajadores fijos de la corporación utilizarán siempre la lengua catalana y que el uso de otras lenguas se hará si no hay más remedio y de forma extraordinaria”, “…se tiene que dar prioridad a los invitados, especialistas o testimonios que hablen en catalán…” Y según el articulista estas normas se cumplen a rajatabla, excepto –como no podía ser menos, ya se sabe que la pela es la pela- en el caso de los anuncios, en los que en el 12% se hablaba en español (en el total de los 16.497 emitidos en el año 2008) así como en el 8% de los 1.850 anuncios que se emitieron en franja de máxima audiencia.

Es curiosa la obcecación y provincianismo de unos señores, que pudiendo potenciar dos idiomas en todos los ámbitos de la vida, se empeñan en hablar uno de ellos y perseguir al otro, ¿buscando quizá su erradicación?. Por mal que les pese a determinados catalanes, el español es hablado por 332.610.000 de personas, siendo, por número de hablantes, la tercera lengua del mundo. Y como digo, en lugar de potenciar la posibilidad de una lengua que se habla por diversos lugares del Mundo y que va permitir algo tan básico como comunicarse, se empeñan en perseguirlo, prohibirlo, y ponerle todas las trabas posibles.

Tal y como esta recogido en la Constitución, en concreto en el Artículo 3 dice:

1. El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla.

2. Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas
Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos.

3. La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección.

El transcribir el contenido de dicho artículo es porque me temo que exista cierto desconocimiento de él por parte de algunos políticos “nacionalistas”. En cualquier caso, no veo que tiene que ver el ser “objeto de especial respeto y protección” con lo que está sucediendo en varias ¿comunidades históricas? como Galicia, el País Vasco o Cataluña.

Me llama poderosamente la atención, que si quisiera presentarme a una oposición en Cataluña, uno de los requisitos es hablar catalán. En cambio, un catalán que quiera opositar a la Administración Central, o de cualquier comunidad autónoma –excepto en el caso de Galicia y el País Vasco, por supuesto- no debe saber castellano. A la dificultad de la oposición se suma la de la barrera idiomática.

Resulta curioso como el respeto por la lengua, las tradiciones, la cultura de todos y cada uno de nosotros, que permite enriquecer el acervo cultural de un país, se usa políticamente, convirtiéndose, al final en otro motivo de desunión. En cualquier caso el problema del provincianismo es que al final se convierte en una asociación endogámica de personas circunscritas a su pequeño mundo. Porqué me pregunto ¿Dónde se habla el catalán fuera de Cataluña? Con esa política lo único que se consigue es su propio aislamiento, aunque siempre se puede echar la culpa del mismo a los demás, a Felipe V, a la dictadura franquista, a la Administración Central…

Me recuerda a algo que sucedió en un viaje que realice a Egipto. Una noche, en el barco, se hizo una fiesta en la que hubo algunos juegos y el egipcio actuaba como animador preguntaba a los asistentes de que país eran: básicamente todos decíamos lo mismo: de Gran Bretaña, de España… excepto uno de los pasajeros que dijo “soy de Cataluña” El egipcio se le quedó mirando estupefacto, y en un perfecto español le pregunto –no sin cierta sorna- ¿Cataluña? No se donde esta eso… El catalán se sonrojo, e insistió “…soy de Cataluña, catalán…” hasta que al final, ante el desconocimiento del egipcio, y cierta rechifla general de los españoles que allí nos encontrábamos, finalmente dijo... “Cataluña, que está en España

Lo idóneo sería que todas las lenguas de este País; el gallego, el catalán, el euskera y el castellano se pudieran utilizar en igualdad de condiciones tanto en la vida diaria como en la pública, sin que ninguna de ellas sea perseguida o menospreciada, y mucho menos cuando ese menosprecio parte de instituciones publicas.

No hay comentarios: