Elecciones europeas

Hoy estamos en pleno periodo de reflexión, después de la campaña por las elecciones europeas. La pregunta que me planteo es ¿reflexión acerca de qué?. Más que nada, formulo la pregunta porqué al final, después de horas en TV, de debates sin fin, aún no tengo muy claro si son europeas, si son nacionales… o simplemente han sido una plataforma para que –en lugar de soluciones, o de debates que sirvieran para algo- solo han servido para que los dos grandes partidos pusieran en marcha “el ventilador”: trajes, corruptelas varias, viajes en aviones Falcón, los 51 escoltas de esa “aparición” política que es Aznar, de la hija de Chaves… y que el “argumento” más utilizado fuera… “y tú, mas”

La campaña –muy dura y por lo tanto políticamente vacía- se ha movido entre la ceguera de unos que viven en un mundo de “brotes verdes” ajenos a la realidad y la impotencia de otros, que les gustaría desplazar a los “contrincantes” y se dan cuenta de que no tienen ni las ideas -ni las soluciones- necesarias para desalojarles.

Una campaña que se ha desarrollado entre críticas sinsentido, anécdotas presuntamente ingeniosas y tonterías varias. Parece ser que entre todo este maremágnum se ha perdido el verdadero objetivo de una campaña electoral: informar a los ciudadanos –votantes o no- de que es lo que se va a hacer, en este caso desde Europa, para tratar de solucionar los problemas que les aquejan en el día a día.

Ha sido una campaña prodiga en “perlas” de todo tipo: Desde la “miembra” y directora del comité de campaña socialista Leire Pajín diciendo que la galaxia esta segura después de la alianza –no se si de civilizaciones- entre Obama y Zapatero a las declaraciones acerca de los “brotes verdes” que alguien se ha fumado. En definitiva, una campaña de “calado” y de inteligencia política, digna de “grandes estadistas”

UPD ha hecho campaña donde debía hacerla: en la calle y con los ciudadanos. Fundamentalmente por un motivo que entendemos de peso; con quién hay que hablar, debatir, discutir, aportar soluciones y sobre todo a quién se debe escuchar, es al ciudadano, y eso solo se hace en la calle, en un cara a cara alejado de set de TV con preguntas pactadas y con moderadores displicentes.

Cierto es que hay poca militancia en comparación con los “grandes partidos”, pero en cambio es una militancia entregada e ilusionada, y eso, se nota y se transmite. Una militancia que pone su dinero, sus vehículos, su tiempo y su ilusión con la esperanza de que esta nave que se llama UPD llegue a buen puerto. Creo que mientras tanto otros partidos se dedican a ocupar todo el tiempo que pueden en los medios de comunicación –básicamente, con la sana intención de atacar al otro candidato- y a fletar autobuses repletos de militantes y simpatizantes para que sus líderes reciban un “baño de multitudes” que convenientemente aparece recogido en los medios de comunicación. ¡¡Allá ellos!!

Mañana iremos a votar, y como ciudadanos libres que somos, lo haremos en conciencia. No te voy a pedir el voto para UPD, simplemente te voy a pedir que votes, y que cuando lo hagas pienses –en conciencia- lo que has estado oyendo durante estos días, las ideas que te han hecho llegar, las soluciones que has escuchado… que valores toda esta información, que apliques el sentido común… y que votes.