Ayer el Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se “enfrento” a las preguntas de cien ciudadanos.
Mi primera impresión es la de que el Presidente, si bien mostró el coraje -cuya falta que muchas veces transmite- también me hizo llegar la impresión -conforme avanzaba el debate- de que ha aprendido muy bien a “fintar” verbalmente, pero no a dar soluciones. Hablando claro se “escabullía como una anguila”.
Me dio la sensación que me dan muchas veces algunos políticos; hablan, hablan –muy bien- y al final, cuando lo analizas te das cuenta de que te han “ lo que en las empresas de informática se denomina “vaporware”, esto es; nada.
El eje de las preguntas giró en torno a lo que nos preocupa fundamentalmente a los ciudadanos: la crisis, una crisis que conlleva paro, no poder pagar hipotecas y una bajada generalizada de la calidad de vida.
Después de reflexionar acerca de sus respuestas, lo único que me ha quedado claro es que quien va a tener que trabajar duro, muy duro, para salir de la crisis, somos los ciudadanos, algo que por otra parte es lo de siempre. Ya en la crisis del 92 Felipe González, a la sazón Presidente del Gobierno, nos dijo que “había que apretarse el cinturón”, justamente cuando acabaron los fastos de Sevilla y Barcelona. La receta no ha cambiado.
En cuanto a que Zapatero no ha engañado con acerca de la crisis, no tengo muy claro aún si sus asesores le han engañado –si esto es así, deberían estar todos asesorando en otros temas - o él ha mentido. Lo que si es innegable es que la crisis ya se notaba en la calle, mientras él decía que solamente se trataba de “desaceleración económica”, o Solbes parapetado detrás de su cargo de Ministro de Economía e ingentes cantidades de cifras, que la crisis no existía. Una cosa es “animar” y otra muy distinta no decir la verdad, por acción u omisión.
Como muestra valga un indicativo a “pie de calle” y nunca mejor dicho: Antes de la crisis, no se veía en la calle un solo cartel de “SE VENDE” en ningún piso, luego comenzaron a aparecer y finalmente, a perpetuarse. Y mucho me temo que –además- tenemos crisis para rato, quizá para dos años.
Su obligación como Presidente del Gobierno, es tratar de dar ánimos a la ciudadanía, pero eso si, con convicción real –que no forzada- y sin mentiras anteriores. El problema de las mentiras es que con ellas se pierde la mucha o poca fuerza moral y credibilidad que se pudiera tener en un principio.
Respecto a los Bancos, más de lo mismo: tratar de hacer comulgar a la ciudadanía con ruedas de molino. SI SE LES HA DADO DINERO, y como yo no entiendo de economía, puede intentar “venderlo” de la forma que quiera. Y también es cierto que las entidades de crédito –que han dado créditos a mansalva- ahora se lo piensan entre tres y diez veces antes de concederlos, ayudando así a la paralización de la demanda, pensando en como hacer que el Estado pague los errores de sus ejecutivos.
En resumen: me dio la impresión de ser un animal político, pero en el sentido más negativo de la definición: político como vendedor –con mejor o peor talante- de humo.
No vi propuestas claras. La única que estuvo aleteando por el debate, la de las obras para los ayuntamientos, creo que no es otra cosa más que una cortina de humo. Es asegurar el trabajo a dos, tres o cuatro operarios, durante dos o tres meses ¿y después?
¿Qué pregunta le hubiera hecho yo?
Una muy fácil:
Sr. Presidente, ¿Porqué utilizando Real Decreto de prevención del fraude fiscal (Real Decreto 1804/2008 de 3 de noviembre) se ha rebajado de tapadillo la fiscalidad de los grandes accionistas de los Bancos, los miembros de sus cúpulas, sus altos ejecutivos y toda su familia incluyendo tíos y sobrinos, pasando de tributar en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas el tipo reducido del 18% en lugar del 43% que, normalmente, les correspondía hasta ahora?
Para aclarar el sentido de la pregunta, esta rebaja se centra en las rentas de capital mobiliario que perciban de sus propias entidades. Esto quiere decir que sin un banquero quiere hacer un préstamo a su entidad para capitalizarla, podrá tributar por los intereses recibidos al 18%. En cambio, si lo hace el dueño de una pequeña empresa de hostelería, le espera el 43%., y para terminar la cuadratura del circulo este regalo llega con efectos retroactivos al uno de enero de 2008.
En definitiva, tengo muy claro, es que puesto que tenia cierto interés en conocer los Cerros de Úbeda, creo –después de ver a Zapatero anoche- que he encontrado el guía ideal para que no me pierda por aquellos andurriales.
Ante todo, este es un pequeño blog, apenas las simples entradas de un Paseante que hace su camino andando por Internet y que se permite el sano ejercicio democrático de reflexionar sobre lo que a mí, como ciudadano me preocupa y sobre la vida política de nuestro País. A pesar del trabajo y otras obligaciones, intentaré llenarlo de contenidos. Este es un blog subjetivo y a pesar de ser un afiliado de UPyD las opiniones aquí vertidas son a titulo meramente personal.
martes, 27 de enero de 2009
viernes, 23 de enero de 2009
Cuando te afilias...
Cuando un ciudadano toma –después de haberlo meditado profundamente- la decisión de militar en un partido político, espera que ese partido no le defraude, no traicione las ilusiones depositadas en este acto de compromiso.
¿Porqué se mete en estas lides un ciudadano?. Fundamentalmente entiendo porqué cree –creo- que su militancia es necesaria, que hay cosas que no funcionan, que hay cosas que se pueden mejorar y que con su trabajo –y no solo con su voto- puede ayudar a resolver los problemas de sus conciudadanos, y a la construcción de un País mejor.
Afiliarse es –o debe ser- algo más que pagar la cuota. Afiliación debe ser involucrarse en defender unas ideas que se asemejan a las suyas, echando una mano en lo que se pueda aportar, desde su tiempo y sus conocimientos. Al final, como cualquier otra actividad humana en esta vida, la política reporta sinsabores, alegrías, trabajo, horas bajas… y horas altas. Lógicamente, estoy hablando de ciudadanos normales, no de algunos sujetos –que de todo hay en la viña del Señor- que buscan otra serie de “gratificaciones” en forma de recalificaciones, sobornos, porcentajes, etc. Pero creo –honradamente- que son los menos, aunque quizá sean de los que más se ocupan los medios de comunicación.
En cualquier caso y como nexo de unión ideológico, de un grupo de personas de ideas políticas afines que están dispuestas a trabajar por el cambio, están esas siglas a las que el ciudadano se ha afiliado.
Por eso no dejo de pensar en los afiliados del PP. Sinceramente creo que los afiliados de calle de este partido lo hicieron en su día con la convicción de que existía una comunión entre sus ideas y aspiraciones y el ideario del partido, un deseo de que sus reflexiones políticas y anhelos se vieran reflejados a través de sus votos y su trabajo. ¿Y qué obtienen? Un partido en el que la cúpula –la eterna dicotomía entre la base y la cima- se preocupa más de espiarse, hacerse zancadillas, pegarse “puñaladas”… -en definitiva, todo aquello que conlleva la falta de liderazgo- que en lo que la política implica como servicio al ciudadano.
Si yo fuera militante del PP quizá les dijera a los miembros de la dirección: “Por favor, déjense de sus guerras internas por la conquista del poder y pónganse a trabajar en serio por lo que realmente interesa, este País y sus ciudadanos…” o no, mejor aún, quizá directamente, me diese de baja y me afiliase a un partido en el que al menos la dirección y las metas si están claras, como está claro el largo camino que queda por delante para alcanzarlas.
¿Porqué se mete en estas lides un ciudadano?. Fundamentalmente entiendo porqué cree –creo- que su militancia es necesaria, que hay cosas que no funcionan, que hay cosas que se pueden mejorar y que con su trabajo –y no solo con su voto- puede ayudar a resolver los problemas de sus conciudadanos, y a la construcción de un País mejor.
Afiliarse es –o debe ser- algo más que pagar la cuota. Afiliación debe ser involucrarse en defender unas ideas que se asemejan a las suyas, echando una mano en lo que se pueda aportar, desde su tiempo y sus conocimientos. Al final, como cualquier otra actividad humana en esta vida, la política reporta sinsabores, alegrías, trabajo, horas bajas… y horas altas. Lógicamente, estoy hablando de ciudadanos normales, no de algunos sujetos –que de todo hay en la viña del Señor- que buscan otra serie de “gratificaciones” en forma de recalificaciones, sobornos, porcentajes, etc. Pero creo –honradamente- que son los menos, aunque quizá sean de los que más se ocupan los medios de comunicación.
En cualquier caso y como nexo de unión ideológico, de un grupo de personas de ideas políticas afines que están dispuestas a trabajar por el cambio, están esas siglas a las que el ciudadano se ha afiliado.
Por eso no dejo de pensar en los afiliados del PP. Sinceramente creo que los afiliados de calle de este partido lo hicieron en su día con la convicción de que existía una comunión entre sus ideas y aspiraciones y el ideario del partido, un deseo de que sus reflexiones políticas y anhelos se vieran reflejados a través de sus votos y su trabajo. ¿Y qué obtienen? Un partido en el que la cúpula –la eterna dicotomía entre la base y la cima- se preocupa más de espiarse, hacerse zancadillas, pegarse “puñaladas”… -en definitiva, todo aquello que conlleva la falta de liderazgo- que en lo que la política implica como servicio al ciudadano.
Si yo fuera militante del PP quizá les dijera a los miembros de la dirección: “Por favor, déjense de sus guerras internas por la conquista del poder y pónganse a trabajar en serio por lo que realmente interesa, este País y sus ciudadanos…” o no, mejor aún, quizá directamente, me diese de baja y me afiliase a un partido en el que al menos la dirección y las metas si están claras, como está claro el largo camino que queda por delante para alcanzarlas.
jueves, 22 de enero de 2009
De minocracias
La noticia trata de la ciudad vizcaína de Busturia, y en ella se comenta que Rodolfo Lartitegi Azpitarte, de EA abandonó el cargo cediéndoselo a Andoni Elorrieta Arronategi, del disuelto grupo ANV. La lista más votada en las elecciones municipales fue la del PNV, que no gobernó la alcaldía por el pacto al que llegaron Eusko Alkartasuna y ANV. El presidente del Vizcaya Buru Batzar (EBB) del PNV, Andoni Ortuzar, denunció que les han "robado" la Alcaldía de Busturia.
Lo que me “choca” del tema es este rasgar de vestiduras, cuando el tema es más mucho más profundo.
Según Wikipedia Democracia “es una forma de organización de grupos de personas, cuya característica predominante es que la titularidad del poder reside en la totalidad de sus miembros, haciendo que la toma de decisiones responda a la voluntad colectiva de los miembros del grupo”.
Desgraciadamente en nuestro País, lo que tenemos es una minocracia “Democracia de las minorías”. ¿Porqué digo eso?, Porque a veces a través de pactos se llega en muchas ocasiones a pactos “contra natura” en los que no se respeta el deseo de los votantes, sino las ansias de poder de aquellos que han sido elegidos para gestionar “la cosa pública”.
La Ley de D´Hondt propicia que partidos nacionalistas –con un número relativamente reducido de votos- se conviertan en las bisagras que dan juego a la vida política nacional, de modo que para sacar adelante temas tan importantes como los Presupuestos Generales del Estado, haya que pactar con ellos, y siendo conscientes de “su fuerza” no me cabe ninguna duda de que la aprovechan.
Como muestra veamos a las elecciones pasadas: EAJ-PNV con 303.246 votos, un porcentaje del 1,20 de los votos, obtuvo 6 escaños. UPyD, con 303.535 votos y un porcentaje de 1,20 de votos, obtuvo 1 escaño.
Debo confesar que “me pierdo”, quizá porque soy de letras –eso con permiso de la ley de D´Hondt- pero visto lo anterior me parece que el ciudadano lo que desea es que su voto cuente, que se tenga en cuenta lo que ha querido expresar con ese voto, cosa que de momento, no es así, al entrar en juego los pactos, cambios de partido, pasos al grupo mixto…
Entiendo que nuestro voto debería valer lo mismo en escaños en el parlamento, se vote a quien se vote y en la circunscripción en la que se vote. Me parece que ya va siendo hora de que la Ley electoral sea más proporcional y se adecue a las necesidades reales de los ciudadanos, y no al contrario.
Lo que me “choca” del tema es este rasgar de vestiduras, cuando el tema es más mucho más profundo.
Según Wikipedia Democracia “es una forma de organización de grupos de personas, cuya característica predominante es que la titularidad del poder reside en la totalidad de sus miembros, haciendo que la toma de decisiones responda a la voluntad colectiva de los miembros del grupo”.
Desgraciadamente en nuestro País, lo que tenemos es una minocracia “Democracia de las minorías”. ¿Porqué digo eso?, Porque a veces a través de pactos se llega en muchas ocasiones a pactos “contra natura” en los que no se respeta el deseo de los votantes, sino las ansias de poder de aquellos que han sido elegidos para gestionar “la cosa pública”.
La Ley de D´Hondt propicia que partidos nacionalistas –con un número relativamente reducido de votos- se conviertan en las bisagras que dan juego a la vida política nacional, de modo que para sacar adelante temas tan importantes como los Presupuestos Generales del Estado, haya que pactar con ellos, y siendo conscientes de “su fuerza” no me cabe ninguna duda de que la aprovechan.
Como muestra veamos a las elecciones pasadas: EAJ-PNV con 303.246 votos, un porcentaje del 1,20 de los votos, obtuvo 6 escaños. UPyD, con 303.535 votos y un porcentaje de 1,20 de votos, obtuvo 1 escaño.
Debo confesar que “me pierdo”, quizá porque soy de letras –eso con permiso de la ley de D´Hondt- pero visto lo anterior me parece que el ciudadano lo que desea es que su voto cuente, que se tenga en cuenta lo que ha querido expresar con ese voto, cosa que de momento, no es así, al entrar en juego los pactos, cambios de partido, pasos al grupo mixto…
Entiendo que nuestro voto debería valer lo mismo en escaños en el parlamento, se vote a quien se vote y en la circunscripción en la que se vote. Me parece que ya va siendo hora de que la Ley electoral sea más proporcional y se adecue a las necesidades reales de los ciudadanos, y no al contrario.
miércoles, 21 de enero de 2009
Barack Obama
Ayer tomó posesión de su cargo como Presidente de Estados Unidos de America Barack Hussein Obama, algo que es de público dominio. No conozco demasiado ni la cultura, ni los entresijos de la política norteamericana, pero me gustó. Me gustó que a pesar de ese desconocimiento, el que a través de la radio del coche me trasladara la ilusión del cambio -en un país que desconozco- y que creo que emanaba de las numerosas personas congregadas para la ocasión en Washington.
No me resisto en comentar algunos puntos de su discurso, que me llamaron la atención.
Comenzó por el reconocimiento de que existen varias crisis en su país, entre ellas la económica. En otros países más cercanos -el nuestro por ejemplo- se utiliza primero la negación de la misma, y luego en un ejercicio de dominio de nuestro léxico, se la denomina desaceleración económica. Yo entiendo que un gobernante tiene que tratar de “quitar hierro” a la situación. Pero una cosa es generar esperanzas y otra muy distinta mentir. Esta diferencia creo que la entienden –desgraciadamente- las personas que engrosan las colas del paro.
Obama dice “…Porque, miremos donde miremos, hay trabajo que hacer.” Aquí parece que somos chicos listos y que ya tenemos los deberes hechos. Fundamentalmente porque el Gobierno ya ha repartido dinero a las entidades de crédito, que hasta que ha estallado la crisis han estado concediendo créditos a “diestro y siniestro” para que nos los devuelva al 7% de interés y que aún así, no llega a los ciudadanos porque según dice Ana Patricia Botín, presidenta de Banesto: "Queremos dar crédito y tenemos capacidad de darlo, pero dependemos de que exista demanda solvente".
Eso si, el Gobierno estará “atento” y “se siente y es responsable del empleo” (Comparecencia de 10/09/08) Bueno, sabiendo esto, me quedo mucho más tranquilo, a pesar de que para paliar la crisis mi subida salarial será de 0 en el 2009, al menos tengo la suerte de tener un trabajo.
De todo cuanto dijo me quedo con algo “…Al reafirmar la grandeza de nuestra nación, sabemos que esa grandeza no es nunca un regalo. Hay que ganársela…” Aunque sea un discurso, una declaración de intenciones, que envidia. Me da envidia que trate de reafirmar una grandeza que hoy por hoy está presente, mientras aquí nos hayamos retrotraído a los Reinos de Taifas, en las que con excusas baladís sobre derechos históricos, razones de factores sanguíneos, o como se quieran llamar, solo pretenden conseguir más dinero de las cajas de la Administración Central y de alcanzar más poder en sus comunidades autónomas respectivas, agitando para conseguir sus fines el fantasma de un “mininacionalismo” de opereta. Es fácil acallar protestas y concitar espíritus echando la culpa a los demás, es este caso, al Gobierno Central.
No se porqué, traslado –inconscientemente- la imagen de Obama a los lideres de nuestro País. Y hecho de menos un líder carismático y –que al menos por lo que se desprende de su discurso- tenga las ideas tan claras y próximas a la realidad como las tiene él. Se que el tema de los lideres es delicado dado que los lideres carismáticos que han existido a través de la historia no siempre han sido lo mejor que ha podido ocurrir a sus países, pero al menos tengo la tranquilidad de que ese problema, hoy por hoy no existe en nuestro País. Tanto José Luis Rodríguez Zapatero, como Mariano Rajoy no dudo que estén adornados de múltiples virtudes, pero desde luego el carisma no engalana ni a uno ni a otro.
No me resisto en comentar algunos puntos de su discurso, que me llamaron la atención.
Comenzó por el reconocimiento de que existen varias crisis en su país, entre ellas la económica. En otros países más cercanos -el nuestro por ejemplo- se utiliza primero la negación de la misma, y luego en un ejercicio de dominio de nuestro léxico, se la denomina desaceleración económica. Yo entiendo que un gobernante tiene que tratar de “quitar hierro” a la situación. Pero una cosa es generar esperanzas y otra muy distinta mentir. Esta diferencia creo que la entienden –desgraciadamente- las personas que engrosan las colas del paro.
Obama dice “…Porque, miremos donde miremos, hay trabajo que hacer.” Aquí parece que somos chicos listos y que ya tenemos los deberes hechos. Fundamentalmente porque el Gobierno ya ha repartido dinero a las entidades de crédito, que hasta que ha estallado la crisis han estado concediendo créditos a “diestro y siniestro” para que nos los devuelva al 7% de interés y que aún así, no llega a los ciudadanos porque según dice Ana Patricia Botín, presidenta de Banesto: "Queremos dar crédito y tenemos capacidad de darlo, pero dependemos de que exista demanda solvente".
Eso si, el Gobierno estará “atento” y “se siente y es responsable del empleo” (Comparecencia de 10/09/08) Bueno, sabiendo esto, me quedo mucho más tranquilo, a pesar de que para paliar la crisis mi subida salarial será de 0 en el 2009, al menos tengo la suerte de tener un trabajo.
De todo cuanto dijo me quedo con algo “…Al reafirmar la grandeza de nuestra nación, sabemos que esa grandeza no es nunca un regalo. Hay que ganársela…” Aunque sea un discurso, una declaración de intenciones, que envidia. Me da envidia que trate de reafirmar una grandeza que hoy por hoy está presente, mientras aquí nos hayamos retrotraído a los Reinos de Taifas, en las que con excusas baladís sobre derechos históricos, razones de factores sanguíneos, o como se quieran llamar, solo pretenden conseguir más dinero de las cajas de la Administración Central y de alcanzar más poder en sus comunidades autónomas respectivas, agitando para conseguir sus fines el fantasma de un “mininacionalismo” de opereta. Es fácil acallar protestas y concitar espíritus echando la culpa a los demás, es este caso, al Gobierno Central.
No se porqué, traslado –inconscientemente- la imagen de Obama a los lideres de nuestro País. Y hecho de menos un líder carismático y –que al menos por lo que se desprende de su discurso- tenga las ideas tan claras y próximas a la realidad como las tiene él. Se que el tema de los lideres es delicado dado que los lideres carismáticos que han existido a través de la historia no siempre han sido lo mejor que ha podido ocurrir a sus países, pero al menos tengo la tranquilidad de que ese problema, hoy por hoy no existe en nuestro País. Tanto José Luis Rodríguez Zapatero, como Mariano Rajoy no dudo que estén adornados de múltiples virtudes, pero desde luego el carisma no engalana ni a uno ni a otro.
martes, 20 de enero de 2009
Tirar con pólvora del Rey
Después de leer la prensa nacional, resulta que sin saberlo, parece ser que estamos inmersos en una “película” de espías, de andar por casa, pero espías al fin y al cabo. Una rápida lectura nos da dos jugosos titulares:
Un consejero de Aguirre monta un “servicio secreto”con ex agentes.
El vicepresidente de Aguirre ha sido espiado con cámaras ocultas.
Las dos noticias son aportadas por el diario El País y recogidas por El Mundo. El primer titular se extiende respecto a presuntas tramas de espionaje en la que se asegura “…que un equipo de ex policías y ex guardias civiles realiza trabajos de inteligencia e información sobre tramas corruptas o escándalos en ayuntamientos socialistas para el consejero Francisco Granados” . En la otra noticia se comenta Ignacio González (presuntamente) “…ha sido objeto de distintos seguimientos en los últimos ocho meses durante sus viajes públicos y privados al extranjero, de los que "se han elaborado dos informes donde se aportan fotografías y documentos privados del vicepresidente de la Comunidad de Madrid y se le intentan atribuir conductas delictivas o irregulares".
Sin saber que hay de cierto en dichas informaciones ya que mis únicas fuentes de “información privilegiada” son la prensa -y a veces el sentido común- y partiendo de la base que además de la mera información periodística hace falta que haya una investigación y si ha existido un acto delictivo, una condena de los culpables, no deja de darme por pensar que si Ian Fleming hubiera sido madrileño, o hubiera vivido en Madrid, seguramente James Bond en lugar de trabajar para el gobierno de su Graciosa Majestad, trabajaría –presuntamente- para el Gobierno de la Comunidad de Madrid.
Como ciudadano de a pie me quedo atónito con estas noticias que surgen sobre presuntas redes de espionaje, ¿quién las monta?, ¿qué buscan?, ¿a quién sirven…? La única duda que no tengo, es quien las paga. Si todo esto es cierto, esta claro que las pagamos todos y cada uno de los que vivimos en la Comunidad de Madrid, con nuestro impuestos. Como dice un refrán castellano, “hay que tirar con pólvora del Rey”, o ajena, que es lo mismo.
Un consejero de Aguirre monta un “servicio secreto”con ex agentes.
El vicepresidente de Aguirre ha sido espiado con cámaras ocultas.
Las dos noticias son aportadas por el diario El País y recogidas por El Mundo. El primer titular se extiende respecto a presuntas tramas de espionaje en la que se asegura “…que un equipo de ex policías y ex guardias civiles realiza trabajos de inteligencia e información sobre tramas corruptas o escándalos en ayuntamientos socialistas para el consejero Francisco Granados” . En la otra noticia se comenta Ignacio González (presuntamente) “…ha sido objeto de distintos seguimientos en los últimos ocho meses durante sus viajes públicos y privados al extranjero, de los que "se han elaborado dos informes donde se aportan fotografías y documentos privados del vicepresidente de la Comunidad de Madrid y se le intentan atribuir conductas delictivas o irregulares".
Sin saber que hay de cierto en dichas informaciones ya que mis únicas fuentes de “información privilegiada” son la prensa -y a veces el sentido común- y partiendo de la base que además de la mera información periodística hace falta que haya una investigación y si ha existido un acto delictivo, una condena de los culpables, no deja de darme por pensar que si Ian Fleming hubiera sido madrileño, o hubiera vivido en Madrid, seguramente James Bond en lugar de trabajar para el gobierno de su Graciosa Majestad, trabajaría –presuntamente- para el Gobierno de la Comunidad de Madrid.
Como ciudadano de a pie me quedo atónito con estas noticias que surgen sobre presuntas redes de espionaje, ¿quién las monta?, ¿qué buscan?, ¿a quién sirven…? La única duda que no tengo, es quien las paga. Si todo esto es cierto, esta claro que las pagamos todos y cada uno de los que vivimos en la Comunidad de Madrid, con nuestro impuestos. Como dice un refrán castellano, “hay que tirar con pólvora del Rey”, o ajena, que es lo mismo.
lunes, 19 de enero de 2009
Agravios comparativos
Hoy después de hablar con un amigo de su problemática laboral, me ha hecho pensar una serie de cosas, que como ciudadano me preocupan.
Se queja amargamente de que no hay una equiparación económica con las policías Autonómicas y Locales. Me dice, y estoy de acuerdo con él que no es de justicia que la Guardia Civil y la Policía Nacional, que son las que llevan el peso en la persecución del narcotráfico y del terrorismo tengan unos salarios que en algunas ocasiones son la mitad de lo que cobra un Policía Autonómico. Y también me dice -y no soy quien para dudarlo- que si no se soluciona a corto plazo la desigualdad cada vez será mayor.
Otra de sus quejas es que los agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional carecen de medios de defensa no letales –homologados- como podría ser un bastón extensible o una pistola que inmoviliza sin causar daños letales. En cambio, las policías Locales y Autonómicas si disponen de ellos. Luego, nos quejamos amargamente –después de verlo en la TV, cuando un Guardia Civil o Policía Nacional es incapaz de detener, sin causar lesiones a un delincuente que no esta por la labor. Ni se da la formación necesaria –los gimnasios están llenos de agentes que se pagan ellos mismos de su bolsillo los cursos de defensa personal policial- ni de dotar a los policías anteriormente mencionados de medios inadecuados para realizar su trabajo con eficiencia y seguridad.
Y por último, me comenta que si no más remedio que hacer uso del arma de fuego para proteger su vida o la de terceros, esta utilización no es esta adecuadamente legislada.
Hemos hablado de más cosas… pero aún son más “peculiares”
Da que pensar el malestar de quienes tienen que proteger a la sociedad.
Se queja amargamente de que no hay una equiparación económica con las policías Autonómicas y Locales. Me dice, y estoy de acuerdo con él que no es de justicia que la Guardia Civil y la Policía Nacional, que son las que llevan el peso en la persecución del narcotráfico y del terrorismo tengan unos salarios que en algunas ocasiones son la mitad de lo que cobra un Policía Autonómico. Y también me dice -y no soy quien para dudarlo- que si no se soluciona a corto plazo la desigualdad cada vez será mayor.
Otra de sus quejas es que los agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional carecen de medios de defensa no letales –homologados- como podría ser un bastón extensible o una pistola que inmoviliza sin causar daños letales. En cambio, las policías Locales y Autonómicas si disponen de ellos. Luego, nos quejamos amargamente –después de verlo en la TV, cuando un Guardia Civil o Policía Nacional es incapaz de detener, sin causar lesiones a un delincuente que no esta por la labor. Ni se da la formación necesaria –los gimnasios están llenos de agentes que se pagan ellos mismos de su bolsillo los cursos de defensa personal policial- ni de dotar a los policías anteriormente mencionados de medios inadecuados para realizar su trabajo con eficiencia y seguridad.
Y por último, me comenta que si no más remedio que hacer uso del arma de fuego para proteger su vida o la de terceros, esta utilización no es esta adecuadamente legislada.
Hemos hablado de más cosas… pero aún son más “peculiares”
Da que pensar el malestar de quienes tienen que proteger a la sociedad.
sábado, 17 de enero de 2009
gobierno con minúsculas
Me encanta leer la prensa y ver como los grandes partidos se dedican con ahínco a “hacer sus cositas”. Como ejemplo valga la batalla que se está librando por el control de Caja Madrid entre Esperanza Aguirre, que aún debe estar deshojando la margarita de si quiere ser líder del PP en lugar de Rajoy o simplemente “el perro del hortelano” y Gallardón –el eterno papable-. Así mismo me encanta ver como el poder y el dinero convierte a las personas en “extraños compañeros de viaje”, véase por ejemplo el apoyo de Francisco Pérez (ex jefe del gabinete de Simancas, creo que socialista) a Gallardón.
Como pobre mortal estas hazañas de los émulos de Maquiavelo me desbordan.
En cualquier caso, entiendo que está muy bien que se dediquen a “jugar a las guerritas”, por el control del poder –y del dinero, que duda cabe- pero me pregunto ¿no sería mejor que esas energías las utilizaran en pro del ciudadano y de la resolución de sus problemas? Quizá alguien pueda pensar que el ciudadano no tiene problemas. No los voy a enumerar aquí porque la lista seria bastante dilatada
En fin entendiendo la política (en una de sus numerosas definiciones) como: “actividad humana tendiente a la toma de decisiones en las organizaciones de Gobierno” se puede observar que la cumplen escrupulosamente, aunque en este caso sea gobierno con minúscula, apenas el gobierno de Caja Madrid.
Como pobre mortal estas hazañas de los émulos de Maquiavelo me desbordan.
En cualquier caso, entiendo que está muy bien que se dediquen a “jugar a las guerritas”, por el control del poder –y del dinero, que duda cabe- pero me pregunto ¿no sería mejor que esas energías las utilizaran en pro del ciudadano y de la resolución de sus problemas? Quizá alguien pueda pensar que el ciudadano no tiene problemas. No los voy a enumerar aquí porque la lista seria bastante dilatada
En fin entendiendo la política (en una de sus numerosas definiciones) como: “actividad humana tendiente a la toma de decisiones en las organizaciones de Gobierno” se puede observar que la cumplen escrupulosamente, aunque en este caso sea gobierno con minúscula, apenas el gobierno de Caja Madrid.
viernes, 16 de enero de 2009
Cuando perdemos la salud
Muchas veces, en la vida perdemos la perspectiva y corremos detrás del dinero, de los bienes, y los oropeles gravosos en los que nuestra sociedad es tan prodiga. Y continuamos así, hasta que perdemos lo más preciado: la salud, bien nosotros o alguien muy cercano a nosotros. Todo lo demás pasa a un segundo plano.
Y entonces entramos en otro mundo repleto de médicos que nos hablan desde las alturas, de empresas de ambulancias –contratadas por la Comunidad, esto es con dinero público- que tienen ambulancias sin calefacción ni aire acondicionado, que explotan a sus trabajadores en turnos maratonianos, porque “se hacen cargo” de todos los servicio, lo que les impide llegar a tiempo para recoger a los pacientes y llevarlos al centro hospitalario o a su hogar, o que envían a una sola persona para trasladar a un paciente impedido, esperando contar con la ayuda de alguien para poder subirlo a su domicilio, empresas de ayuda a domicilio, también pagadas con dinero público, que no pagan a sus empleados y que no les hacen contratos para que no puedan quejarse…
Y yo me pregunto ¿nadie se ocupa de controlar las actividades de estas empresas pagadas con el dinero de todos y que nos dan servicio a todos?
Y entonces entramos en otro mundo repleto de médicos que nos hablan desde las alturas, de empresas de ambulancias –contratadas por la Comunidad, esto es con dinero público- que tienen ambulancias sin calefacción ni aire acondicionado, que explotan a sus trabajadores en turnos maratonianos, porque “se hacen cargo” de todos los servicio, lo que les impide llegar a tiempo para recoger a los pacientes y llevarlos al centro hospitalario o a su hogar, o que envían a una sola persona para trasladar a un paciente impedido, esperando contar con la ayuda de alguien para poder subirlo a su domicilio, empresas de ayuda a domicilio, también pagadas con dinero público, que no pagan a sus empleados y que no les hacen contratos para que no puedan quejarse…
Y yo me pregunto ¿nadie se ocupa de controlar las actividades de estas empresas pagadas con el dinero de todos y que nos dan servicio a todos?
jueves, 15 de enero de 2009
Buenas noticias
Permitidme comenzar el blog con algo que personalmente me parece una buena noticia: Rosa Diez está devolviendo el dinero que los afiliados y simpatizantes le prestaron para poder llevar a cabo una campaña electoral a la que las entidades de crédito se negaron a conceder ningún crédito. Si, esas entidades a las que el Gobierno (todos) les hemos prestado dinero –a pesar de sus ganancias- para que nos lo devuelvan a un módico 7%.
Creo que la acción de Rosa, debería hacer pensar a los algunos políticos que creen que el dinero público es suyo y a la ciudadanía, bastante acostumbrada a otro tipo de actos, y de noticias con respecto a la clase política.
Está claro que España necesita de una clase política que piense en los ciudadanos, no en los votos o las prebendas que puedan obtener.
Creo que la acción de Rosa, debería hacer pensar a los algunos políticos que creen que el dinero público es suyo y a la ciudadanía, bastante acostumbrada a otro tipo de actos, y de noticias con respecto a la clase política.
Está claro que España necesita de una clase política que piense en los ciudadanos, no en los votos o las prebendas que puedan obtener.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)